15 de marzo de 2008

Cómo se dice ????

Estos últimos días estuve haciendo un recorrido por diferentes libros y páginas web muy entretenidas -obviamente, todo de cocina!

De repente, se me ocurrió hacer un diccionario que contenga los alimentos más comunes en ... tres idiomas... bah, digamos cuatro, porque el español es distinto al "argentino" para muchos ingredientes y preparaciones culinarias.

Por ahora lo tengo en preparación y próximamente publicaré los resultados por categoría: vegetales, frutas, preparaciones, especias, pescados, etc., etc.
Con lo que no estoy teniendo mucho éxito es con los cortes de carne, ya que no todos son asimilables por la manera distinta que hay entre los distintos países de "cortar la vaca" jajajaja

Hasta el próximo post,

9 de marzo de 2008

Cáscaras de cítricos confitadas

Algo simple, rico y económico para decorar los platos: cáscaritas de cítricos confitadas. Sean pomelos, naranjas, limones o mandarinas, todas tendrán un sabor exquisito.


Con el pelapapas (pelador de patatas) pelaremos el cítrico elegido. Es importantísimo que al hacerlo no levantemos la parte blanca, ya que aún cocida en almíbar, destila un sabor muy amargo.

Las emparejamos (es decir: cortamos los bordes irregulares) y comenzamos a cortar tiritas finitas de no más de 4 cm de largo por 1,5 a 2 milímetros de ancho con un cuchillo bien afilado.

Una vez cortadas todas las cascaritas, las colocamos en una cacerolita pequeña con agua fría y las llevamos al fuego hasta que hiervan por unos 5 minutos. Colamos y reservamos. Así habremos tiernizado las cáscaras un poco.

Seguidamente colocamos en la cacerolita 250 cc de agua y 250 gr de azúcar (esto se denomina un almíbar a partes iguales). Lo llevamos a hervor y en ese momento incorporamos las cascaritas reservadas. Bajamos el fuego al mínimo y las dejamos cocinar hasta que estén translúcidas. A medida que avanza la cocción, iremos agregando agua (a cucharadas) para mantener el mismo nivel de almíbar.

Debo decir que el agua del almíbar después de un cierto tiempo de cocción comienza a evaporar y, por cierto, a espesar. Por tal motivo es que le vamos agregando agua de a cucharadas para sostener la misma densidad hasta que finalice la cocción.

Ya están listas y lo único que resta hacer es dejarlas enfriar en la cacerolita y guardarlas en un recipiente hermético (puede usarse un tupper o un frasco vacío bien limpio de mermelada) en la nevera.

Pueden guardarlas por hasta 4 meses sin que se pongan feas, para usar y tener a mano cada vez que las necesiten.

Ahh!! para que las de pomelo queden más rojas, podemos agregar unas gotas de granadina en la mitad de la cocción de almíbar

Quieren ver como quedan en un gâteau? en la foto tenemos un entrêmet de mousse de chocolate blanco con cítricos:


Acá podemos apreciar gajos pelados a vivo de naranjas y pomelos rosados confitados, cascaritas de idem confitadas y motivos en chocolate blanco.

Otros usos: las cascaritas de naranja picadas a cuchillo quedan muy bien con vieiras grilladas con mantequilla noisette.

Los de limón, quedan exquisitos sobre una pechuga de pollo estilo "thai"

La mezcla de ambas le va perfecta a un paté de foie o a un mi-cuit de foie.

En fin, no solamente para pastelería se pueden usar. Lo único que hace falta, como siempre digo, es IMAGINACION !!!!


Budín de limón



El budín es una receta típica para la hora del té.


En Francia se los denomina "cakes" si tienen frutas agregadas o "quatre-quart" si no las llevan.

Un quatre-quart, es tal como su nombre lo indica, un "cuatro cuartos", es decir que en su composición intervienen 4 elementos que pesan exactamente 250 gr cada uno. Esta es una de las muchas masas batidas que existen, las cuales se caracterizan por la incorporación de aire lo que hace que la masa, una vez cocida, quede más liviana y esponjosa.


La receta básica del quatre-quart es:


250 gr de mantequilla (a temperatura ambiente)
250 gr de huevos (a temperatura ambiente)
250 gr de azúcar
250 gr de harina

Hay variaciones; para hacerlo más ligero, podemos reemplazar 50 gr de harina por 50 gr de fécula de maíz (Maizena).

Podemos hacerlo de naranja, de limón, de chocolate, de vainilla, con frutos secos, con pasas y orejones hidratados en licor, con chips de chocolate, con arándanos, etc., etc.
Si lo vamos a hacer de chocolate, deberá tenerse cuidado con las proporciones. Usaremos cacao amargo. El cacao torna un poco más secas las preparaciones que lo incluye, con lo cual, para este caso del cuatro cuartos, recomiendo usar las siguientes cantidades en reemplazo de los 250 gr. de harina:

180 gr de harina
40 gr de maizena
25 gr de cacao en polvo amargo (del bueno, por favor!)
2 cucharadas de leche
Pueden notar que en este caso ni siquiera alcanzamos los 250 gr. de elementos secos; y además, agregamos leche. Esto se debe a lo que contaba sobre los efectos del cacao en polvo.

A mí particularmente me encanta el de limón. Para ello, bastará con que agreguemos 3 cucharas soperas de jugo de limón y la ralladura de un limón al final de la receta, es decir, luego de haber integrado la harina. El jugo, así como un licor, o cualquier otro elemento líquido que incorporemos para saborizar, lo volcaremos en pequeñas tandas y mezclaremos entre una y otra. Nunca incorporen un líquido todo junto a una masa batida.

Para terminarlo como en la foto, haremos un glaçage de limón con azúcar glas (impalpable) y jugo de limón en cantidad suficiente como para que quede fluido y fácil de pintar sobre el budín recién salido del horno.

Cómo lo haremos? batiremos a blanco la mantequilla con el azúcar. Incorporamos luego los huevos, uno a uno, integrando bien entre cada uno de ellos. Por último, agregaremos la harina tamizada en tres veces.

Una vez lista la preparación, volcamos en un molde de budín, enmantecado y azucarado. Llevamos a horno 180º durante 40-50 minutos o hasta que al introducir un palillo en el centro sale sequito y sin masa pegada.

Quieren decorarlo? unas hojas de menta y unas frambuesas quedarán preciosas. También podemos decorarlo con cascaritas de limón confitadas; la receta, en otro post.

5 de marzo de 2008

La pâte brisée - o la "pasta brisa". Usos múltiples.

Es una de las masas (pastas) más simples de la cocina francesa.
Se utiliza tanto para preparaciones saladas como dulces. Es neutra, ya que no lleva azúcar, aunque para platos dulces yo prefiero la pâte sucrée o sablée (de estas hablaremos luego).

En la composición de esta pâte brisée, solamente utilizaremos harina, mantequilla y huevos.

La receta básica es:
Harina 300 gr
Mantequilla fría 150 gr
Huevos 1
Sal 1 pizca

Colocamos en un bol la harina con la pizca de sal y la mantequilla fría cortada en cubos de no más de 2 cm. de lado. Con un par de cuchillos comenzamos a desmenuzar la mantequilla -es muy importante no trabajarla con los dedos para no transmitirle el calor de las manos- hasta lograr una textura arenosa. Agregamos el huevo y con una cuchara comenzamos a unir. Cuando no podemos unirlo más con la cuchara, volcamos sobre la mesa de trabajo y aplastamos con las palmas de las manos para terminar de unir todos los ingredientes ( a esto se lo llama fraiser, traducido al español sería "fresar" la masa).

Van a notar que parece que la masa no está unida, pero a no preocuparse porque es así. Entonces, la envolvemos en un film y la llevamos al frigorífico (heladera, nevera, o como la quieran llamar) por espacio de media hora mínimo.

Al retirarla la volcamos sobre una superficie enharinada y comenzamos a estirar. Es importante que el palo que usemos para estirarla esté también enharinado y que la masa también tenga un poquitín de harina por encima para que no se pegue.

Estiramos y giramos un cuarto de vuelta, y así sucesivamente hasta que quede de no más de medio centímetro de espesor. Ya está lista para usar.

No hace falta engrasar la superficie del molde que vayamos a utilizar. Esta masa, por su contextura, no lo necesita.

Para que sea más fácil colocarla en el molde debido a que es muy tierna, nos conviene doblarla al medio y otra vez al medio (para dejarla en un cuarto de circunferencia) y montar este cuarto sobre el molde. Desdoblamos la masa y listo. Si se rompe, podemos unirla sin problemas ya que cuando se cocina no se nota.

Consejo: hay que presionar bien el borde externo y la base para que los laterales no caigan durante la cocción.

Ahora a proceder a su relleno. Lo que tengan a mano es válido:
- espárragos, queso parmesano y bechamel,
- atún con una base de cebolla pochada, pimientos, huevo duro y aceitunas
- espinacas a la crema
- espinacas con salmón ahumado o tiritas de salmón fresco
- cebolla caramelizada y roquefort
- bechamel con maíz y queso parmesano
- bacon desgrasado (quiero decir, dorado en sartén para quitar la grasa) al cual le agregaremos una mezcla de nata, queso parmesano y huevo (esto sería una quiche loraine).

Las posibilidades son múltiples. Todo está en ser creativa y combinar los sabores que le gustan a toda la familia.

Cocción en horno eléctrico: precalentar el horno a 200º durante unos 15 minutos. Bajar el termostato a 180º y colocar la tarta sobre la rejilla en posición media durante media hora. Al cabo de ese tiempo, cocinarla otros 12-15 minutos apoyada sobre el piso del horno y bajar la temperatura a 160º. Con esto nos aseguramos de que la base de la tarta queda perfectamente cocida.

3 de marzo de 2008

El Chipá-Guazú

Este es un plato típico de la zona del litoral argentino, aunque su origen es de Paraguay. Su nombre en guaraní quiere decir algo así como "tortilla grande" o "pan grande".
En la actualidad, este plato es una combinación de maíz tierno, quesos y algún otro ingrediente.
Normalmente el chipá-guazú se sirve acompañando alguna carne. No obstante, y debido a que en su elaboración incluimos quesos, bien se podría decir que la fuente de proteínas ya está presente con lo cual no haría falta otra fuente de proteínas. Con esto quiero decir que si lo servimos acompañado de una ensalada (cualquiera, la que más les guste) estaría perfecto.

Acá va la receta para 4 personas

1 cebolla chica o mediana
2 latas de maíz tierno sin azúcar añadido (yo uso Bonduelle)
1 paquete de queso rallado de 300 gr ( o 120 gr de parmesano reggiano rallado)
50 gr adicionales de parmesano rallado para cubrir
1 cucharada de aceite de oliva
1 cucharada colmada de harina
3 cucharadas de leche
2 huevos
sal, pimienta y nuez moscada: a gusto
150 gr de queso cremoso (en España, uno parecido es el queso de tetilla; pero no es lo mismo)

Colocar la cebolla en la procesadora y picarla hasta que quede pequeñita.
Agregar el maíz y procesar solamente 30 segundos, como para que no queden los granos muy enteros pero tampoco pulverizados.
Ahí mismo agregar el resto de los ingredientes, todos juntos, en cualquier orden, y darle un par de vueltitas a la procesadora como para que todo quede bien mezclado.

Engrasar con una gotita de aceite una fuente para horno (vidrio o acero) de aproximadamente 25 x 15 cm y que tenga unos 4 cm de profundidad.
Volcar la preparación y cubrirla con el queso parmesano adicional, como para formar una capa que luego se gratine por el calor.
Cocinar en horno a 200º hasta que esté bien doradito.
Y ya está! simple y sencillo, un plato exquisito.
Otro dato: puede comerse caliente o frío.

2 de marzo de 2008

Aplicaciones del pionono - platos salados

Podríamos decir que el pionono juega como una masa neutra, aunque con cierta tendencia a dulce.
Masas neutras son aquellas que no tienen un sabor marcado: el hojaldre, la pâte à bombe (o masa bomba, la que se usa para los éclairs).

Bien, como les decía, al ser una masa compatible con dulce y salado, podemos jugar con ella y hacer lo que queramos. Obviamente, si lo hicimos de chocolate lo usaremos para algo dulce. Aunque últimamente, gracias a Frédéric Bau (genial pastelero francés, el director de Valrhona) el chocolate ha invadido la cocina salada y creo que para mejorarla.

Bueno, vuelvo a las aplicaciones:

Saladas:

Relleno de atún

  • preparamos una mezcla de atún enlatado con mayonesa o salsa cocktail, huevo duro picado, aceitunas verdes o alcaparras y lo extendemos bien parejo sobre el lado tostado del pionono (el lado blanco quedará en el exterior).
  • colocamos por encima rodajas de palmitos, pimientos de piquillo o lo que les dicte la imaginación y le guste a toda la familia, asegurándonos de presionar bien los ingredientes para que queden adheridos a la pasta anterior.
  • tomamos el pionono por alguno de los extremos y lo comenzamos a enrollar bien apretado, pero delicadamente, para no romperlo
  • lo envolvemos en papel film y lo llevamos al frigorífico por unas tres horas. Así, tomará el frío necesario para poder luego cortarlo sin que se rompa.
  • le retiramos el papel film y lo colocamos sobre la fuente de servicio.
  • para decorarlo, primero podemos untarlo con mayonesa o salsa cocktail y luego adornarlo con un poco de lechuga picada, zanahoria rallada, tomates cherry, aceitunas enteras, rodajas de palmito, etc.

Relleno de salmón ahumado

  • haremos una mezcla de queso Philadelphia a temperatura ambiente con ciboulette (cebollino) bien picado, sal, pimienta y una cucharada de jugo de limón sin pepitas ni pulpa.
  • la extendemos sobre el pionono
  • colocamos por encima el salmón ahumado cortado en pequeños cubitos (concassé) como si hiciéramos un tartare.
  • encima, unas alcaparras picadas y huevo duro, también picado.
  • para decorar, recomiendo usar crème fraîche (Président) salpimentada y aderezada con cebollino también picado y usar tomates cherry y unos brotes de alfalfa o pequeños canónigos (mache).

Un pequeño tip: la ciboulette no puede cortarse así nomás, hay que ser prolijo porque si la picamos como el perejil queda sin forma y desmenuzada con lo cual pierde su encanto. Para picarla a cuchillo, primero ordenaremos todos los tallitos uno al lado del otro e iremos bajando el cuchillo bien afilado sin aplastarla, sino simplemente para cortarla. Quieren que sea más fácil? entonces, usen tijeras de cocina! si, es muchísimo más sencillo que a cuchillo. Toman cuatro o cinco ramitas de ciboulette y la cortan a tijera, cortes parejitos y chiquititos. Quedará preciosa y conservará su forma.

El pionono o biscuit - la receta

Tiempo de preparación: 15 minutos
Tiempo de cocción: entre 8 y 12 minutos, depende de los hornos
Complejidad: *

Podríamos decir que el pionono es una de las masas batidas más simples que existen. Es muy fácil de preparar y se puede utilizar para diferentes platos, sean dulces o salados. Es muy raro que salga mal y es simple de preparar. El único motivo por el cual puede salir mal es que lo hayamos horneado demasiado o muy poco. Ese es el tema principal: su cocción.

Acá van los ingredientes:

Huevos 6
Azúcar 100 gr
Miel 1 cucharadita de té
Harina 100 gr

Además necesitaremos:
1 placa para horno de 30x40 cm
Papel de cocción (o sulfurisado, o como lo quieran llamar) enmantecado (o Silpat, si lo tienen)
Mantequilla para papel de cocción c/n
1 rejilla, preferentemente rectangular

Cómo lo hacemos? muy simple:
Antes de comenzar el batido, preparamos la placa para horno. Debe ser una placa baja, de no más de 2 cm de altura. La untamos con mantequilla (muy poquito) nada más que para que el papel sulfurisado se adhiera a ella. Y ahora untamos el papel con mantequilla.

Tip: yo tengo siempre un poco de mantequilla derretida a mano antes de comenzar y con un pincel pinto la bandeja y luego el papel. Un par de cucharaditas de mantequilla derretida alcanzan.

Tomamos nuestra batidora amiga y comenzamos a batir los huevos enteros. Cuando empiezan a espumar agregamos el azúcar en tandas, hasta alcanzar punto letra.

El punto letra se logra cuando levantando el batidor, logramos una consistencia tal que se puedan formar figuras sobre el batido.
Agregamos en ese momento la miel (le otorga elasticidad). Batimos un minuto más para que se incorpore bien.

Terminado el batido, dejamos de lado la batidora y seguimos incorporando la harina tamizada de una sola vez.
Mezclamos bien con una espátula aireando, sin que la harina se hunda.
Si se hunde un poco, levantamos con la espátula desde el fondo del bol y la dejamos caer nuevamente hasta que todo quede bien mezclado y sin grumos.
Y listo, ya está el biscuit o pionono. Lo volcamos sobre la placa que ya teníamos preparada y lo extendemos suavemente, sin hundirlo, con una espátula. Ahora vamos al horno.

Tips: el pionono puede aromatizarse con extracto de vainilla, ralladura de naranja o limón; también podemos espolvorearlo con canela, con brisas de chocolate o con almendras sin piel fileteadas antes de llevarlo al horno. Si lo queremos de chocolate, reemplazaremos 20 gr de harina por 15 gr de cacao amargo.

Cocción: deberemos precalentar el horno a 200º. Lo importante es que la cocción sea rápida y a fuego fuertecito pero no tanto como para que se queme.
Entre 200 y 220º está bien. El tiempo de cocción no debería superar los 8-10 minutos. La superficie debe quedar dorada pero no tostada.
Prueba de cocción que no falla: a los 8 minutos nos paramos frente al horno, observamos si está dorado. De ser así, abrimos la puerta y con la palma de la mano lo tocamos (sin miedo, que el bizcocho no quema!!, bue, un poquitito). Si al tocarlo lo sentimos muy espumoso, como si estuviera flojo, es porque todavía le faltan unos dos o tres minutos. Hasta hace el ruidito de espumoso, lo van a notar!
En cambio si se nota esponjoso pero no flojo, es que ya casi está. Para mayor seguridad, pinchen el centro con un palillo y si sale seco, afuera !!

Paso siguiente: muy importante!!!!!!
Una vez fuera del horno, tomar las puntas del papel de cocción en diagonal. Esto es para que no se rompa el pionono y es mucho más fácil para retirar cualquier cosa plana que hayamos cocinado.
Apoyamos el biscuit sobre una rejilla.
Mientras baja un poco la temperatura, preparamos un paño de cocina blanco (con ese que secamos las copas de cristal) al lado de la rejilla y lo espolvoreamos con un poco de azúcar glas.

Lo que vamos a hacer ahora es despegar el papel del pionono y enrollarlo en él para su posterior conservación. Esto que parece complicado es muy simple:

  • volcamos el pionono sobre el paño, de manera que la parte dorada del pionono quede sobre el azúcar glas y ahí sí, despegamos muy despacito el papel de cocción.
  • colocamos el papel sobre la mesa de trabajo (o la rejilla)
  • ahora colocamos el pionono sobre el papel ayudándonos con el paño. Esto es como un "ida y vuelta" del papel al paño y del paño al papel; con la diferencia de que ahora lo tenemos "despegado"!
  • tomamos uno de los extremos del papel y enrollamos el pionono junto con el papel para lograr un cilindro y que no se pegue.

Ahora, que ya está frío, lo podemos guardar en el congelador durante dos meses o en la nevera por dos días. Para ello, lo envolveremos en papel film a efectos de evitar humedad. O simplemente proceder a rellenarlo con lo que queramos.

En otra entrada publico las posibles utilizaciones de esta masa básica. No dejen de leerla!


El Bizcochuelo de mi Abuela

Tiempo de preparación: 25 minutos (con batidora, serán solamente 15)
Tiempo de cocción: 45-50 minutos
Complejidad : *

Este bizcochuelo ha hecho las delicias de mi infancia. Mi abuela era famosa por él y no había quien no se deleitara comiéndolo.

Ingredientes:
Harina Leudante Blancaflor 500 gr
Azúcar común 2 tazas chicas o 100 gr
Manteca (mantequilla) pomada 200 gr
Leche 2 tazas
Huevos 3
Sal 1 pizca
Ralladura de limón: 1 unidad.

Procedimiento:
Batir en bol de acero o de vidrio con batidor de varillas la manteca con el azúcar hasta que quede blanca y bien cremosa. Este procedimiento se denomina “batir a blanco”. Si se hace en una batidora, detener el batido y remover con espátula el fondo del bol ya que los batidores no llegan a batir completamente toda la preparación.
Agregar los huevos de a uno, mezclando muy bien entre uno y otro para que el batido no se corte.

Very Important Secret:
en pastelería, los huevos siempre deben estar a temperatura ambiente. De usarse fríos, se pueden malograr las preparaciones.
Por ejemplo: usando huevos fríos o agregando más de uno por vez, el batido podría cortarse; solución?? colocar el bol a baño maría y batir hasta integrar.

Tamizar la harina.
Ir agregando a la preparación anterior la harina de a cucharadas, mezclando en forma envolvente para evitar que se hunda; agregar la leche, también a cucharadas.
Ir intercalando estos dos ingredientes hasta que la preparación, en su conjunto, parezca una crema con consistencia no muy liviana.

Molde: Enmantecar y azucarar un molde de 24 cm de diámetro y azucararlo (si, azúcar en vez de harina. No es tóxica como la harina sin cocinar y forma una capa caramelizada que es deliciosa).

Recomiendo los moldes de silicona. Son muy prácticos y las preparaciones no se pegan. No obstante, si es nuevo, conviene siempre darle una "capa extrafina" de aceite neutro.

Cocción: llevar a horno mediano (180º) durante aproximadamente 45-50 minutos.
Si estamos con horno eléctrico, controlar cada 15 minutos que no se dore demasiado la superficie. Debe quedar de un color tostado claro. Si el horno es a gas, ponerlo a fuego bajo/moderado, durante 50 minutos, girando el molde de vez en cuando para que cocine parejo.

Para constatar si la cocción ha resultado exitosa, introducir un palillo de madera en el centro. Si sale seco, es que el bizcochuelo está listo.

Otro punto a tener en cuenta es que el bizcochuelo comienza a despegarse de las paredes del molde. Si está muy despegado, nos pasamos de cocción y puede resultar un poco seco.

Se puede servir solo o acompañado de una crema chantilly o pastelera. Relleno con dulce de leche y cubierto con chocolate es exquisito.

1 de marzo de 2008

Calabaza al minuto: receta que se hace sola

Hace aproximadamente dos meses invité a un grupo de amigos a cenar. Uno de ellos es lacto-vegetariano, con lo cual me dije: "OK, hoy haremos la calabaza que no falla y es súper fácil".

Tomamos una calabaza redonda o larga (zapallo anco en mi país). De las de cáscara anaranjada. Fáciles de encontrar en cualquier supermercado.
La lavamos con esponja y detergente; si, tal cual. A lavarla bien como al uniforme del colegio después de un día de lluvia en el campo de deportes.

Si tenemos microondas, la cocinaremos ahí, habiendo practicado antes un "acto de salvajismo" con la punta del cuchillo o el tenedor: pincharemos la calabaza tantas veces como queramos, bien pinchada y/o acuchillada. La colocamos en el microondas y la cocinamos por un periodo de 14 minutos a potencia máxima. La giramos un cuarto de vuelta y cocinamos otra vez 10 minutos. Y así repetimos el procedimiento hasta que esté perfectamente cocinada.

La retiramos del microondas y la dejamos enfriar dentro del microondas hasta que podamos tocarla con las manos. Si necesitan el microwave para otra cosa, bueno, a sacarla con un trapo o una manopla de silicona ya que quema muchísimo.

Por qué digo que cocinar calabaza en microondas es fácil?? porque mientras la calabaza está dentro del microondas podemos estar haciendo otra cosa: leer un libro, pintarnos las uñas, etc., ya que este procedimiento no nos demanda demasiada atención. Si la hirviéramos en cacerola, bueno, ahí es diferente ya que el hervor puede hacer que el agua desborde y se nos ensucia todo el fogón.

A continuación, de ser una calabaza redonda le sacamos una tapa como para poder retirar todas las semillas. Reservamos la tapa sobre un platito con su cáscara y todo.

Ahora, con un buen cuchillo afilado comenzamos a retirar la cáscara de la calabaza, dejando la base sin descascarar para que el apoyo de la misma sea más fuerte. La colocamos sobre una fuente para horno.

Listo el pollo !!! ya tenemos la calabaza "preparada y lista" para rellenarla con lo que se nos ocurra. A mí me encanta el siguiente relleno (es tan fácil!!!!)

Un pote de ricotta Galbani Santa Lucía
Nuez moscada , a gusto
Parmesan reggiano rallado , 3 cucharadas soperas
Sal y pimienta, a gusto
Mezclamos todos estos ingredientes y los colocamos dentro de la calabaza.
También colocamos dentro una bola de mozzarella de bufala Galbani.

Ponemos la tapa reservada encima y llevamos al horno a 200º durante unos 15 o 20 minutos, como para darle tiempo a que tanto el relleno como la mozzarella tomen temperatura.

En la mesa, la destapamos y servimos.
Sirve como plato único o para acompañar cualquier carne o ave.
Queda muy bonita si decoramos el plato con tomates cherry y huevitos de codorniz.